Se trata de un taller práctico en el que los participantes descubren aciertos y errores de su trabajo diario, gracias a colocarles en el punto de vista del cliente. Mediante escenas de vídeo, donde la cámara son los ojos del cliente, se ven reflejados en su actuación y sorprendidos por cómo se perciben esas actuaciones desde fuera. Todo ello, realizado en forma de trabajo grupal, que concluye con los requisitos necesarios para conseguir relaciones satisfactorias para los clientes.